El sábado pasado era el día que ibamos a celebrar en Aratkilo una gran fiesta para compartir nuestra navidad con los niños del barrio. Cuando hemos llamado para ver que tal había ido todo nos han dicho que han tenido que retrasarla. Un día para nosotros de tanta fiesta, en el que andábamos como locos con las compras y enfrascados en todo este lío navideño ha sido de tristeza en el barrio.
Recuerdo el último viaje a Etiopía hace escasamente un mes. El día que dedicamos a hacer todas las fichas y fotos para buscar padrinos a los niños, entre risas y bromas por las poses, la última adolescente que entró estaba embarazada y llevaba otra niña cogida de la mano. Pregunté si era su hija y me dijeron que no, que era una niña que se había encontrado huérfana y se la llevó con ella para que no siguiera viviendo en la calle.
Algunas veces cuando repaso las fotos me acuerdo mucho de ella y como no teniendo nada recogió a esa niña. Supongo que hay historias que te llegan mas que otras por lo que sea.
Hoy cuando hemos llamado a Etiopía nos han dicho que el sábado se puso de parto y murió desangrada. El bebé está ahora con su abuelita. Este es el motivo por el que se ha retrasado la fiesta.
Hoy es un día de esos que te quedas pensando que injusto es el mundo.
Queremos mandar todo nuestro cariño y apoyo a todo el barrio y decirle a esa abuela que la acompañamos en su pena y que en unos días las dos niñas tendrán sus hadas madrinas.
Seguiremos trabajando para que eso no vuelva a pasar.
